Estos bocaditos son una delicia para acompañar el vermú de los domingos, y tampoco pasarán desapercibidos si los incluyes entre los distintos canapés, siempre presentes en las reuniones navideñas.
Esta receta se la debo a mi madre, que con sus ideas originales siempre nos sorpende y deleita con increíbles croquetas y bocaditos.
Son como unas minicroquetas de chorizo y queso que puedes preparar varios días antes, congelarlos y freírlos en el momento de comer.
Son como unas minicroquetas de chorizo y queso que puedes preparar varios días antes, congelarlos y freírlos en el momento de comer.
¿A que te apetece uno? Pues sigue leyendo que te cuento como hacerlo..
Ingredientes para unos 40-45 bocaditos
225-250 gramos de chorizo fresco
125 gramos de queso semicurado
250-300 mililitros de leche desnatada
4 cucharadas colmadas de harina
Huevo y pan rallado para rebozar
Aceite de oliva
Sal
Preparación
Paso 1: En primer lugar le quitamos la piel a los chorizos, y los freímos a fuego medio con cuatro cucharadas de aceite de oliva durante 2 minutos.
Quitamos los chorizos con una espumadera, los troceamos en daditos pequeños y los reservamos.
Por otro lado cortamos el queso en dados pequeños y reservamos.
En el mismo aceite de freír los chorizos vamos a preparar la bechamel. Para ello añadimos la harina a fuego medio y la freímos durante unos 3 minutos para que pierda el sabor a crudo. Seguidamente vamos añadiendo la leche en caliente sin parar de remover hasta que tenga una textura adecuada, de forma que la bechamel se separe en bloque de la sartén.
A continuación añadimos el queso y el chorizo y lo mezclamos bien durante unos 2-3 minutos hasta que se funda el queso y consigamos una mezcla homogénea. Probamos y rectificamos de sal.
Pasamos la mezcla a una fuente, dejamos atemperar, y una vez a temperatura ambiente, la cubrimos con papel film y la refrigeramos durante un mínimo de 12 horas.
Quitamos los chorizos con una espumadera, los troceamos en daditos pequeños y los reservamos.
Por otro lado cortamos el queso en dados pequeños y reservamos.
En el mismo aceite de freír los chorizos vamos a preparar la bechamel. Para ello añadimos la harina a fuego medio y la freímos durante unos 3 minutos para que pierda el sabor a crudo. Seguidamente vamos añadiendo la leche en caliente sin parar de remover hasta que tenga una textura adecuada, de forma que la bechamel se separe en bloque de la sartén.
A continuación añadimos el queso y el chorizo y lo mezclamos bien durante unos 2-3 minutos hasta que se funda el queso y consigamos una mezcla homogénea. Probamos y rectificamos de sal.
Pasamos la mezcla a una fuente, dejamos atemperar, y una vez a temperatura ambiente, la cubrimos con papel film y la refrigeramos durante un mínimo de 12 horas.
Paso 2: Una vez transcurrido ese tiempo ya podemos dar forma a nuestros bocaditos, para ello cogemos un poco con la mano y le damos forma como si estuviéramos haciendo una albóndiga. Nos tienen que salir pequeñitos, tamaño de un bocado, para que se puedan comer de una vez.
Paso 3: Preparamos en un plato huevo batido y en otro pan rallado. Los pasamos por huevo y pan rallado. Una vez tenemos todos los bocaditos listos, los freímos en abundante aceite de oliva bien caliente.
Presentación
¡Sírvelos inmediatamente en una bandeja y ya verás como enseguida desaparecen!
Consejos
- Si preferimos comerlos en otro momento los metemos en bolsas de congelación y los freímos en el momento que queramos.
- No añadas sal a la bechamel hasta que hayas añadido el queso y el chorizo y tengamos una masa homogénea. Primero la pruebas y después rectificas de sal, ya que el chorizo y el queso aportan mucho sabor y no te hará falta añadir mucha.
¡Que aproveche!
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