CROQUETAS DE CALABAZA, QUESO GORGONZOLA Y CEBOLLA CARAMELIZADA

viernes, 24 de junio de 2016


Hice este relleno hace un par de días para pasta fresca y me encantó, y pensé que en forma de croqueta tenía que estar espectacular. ¿El resultado? Salen muy cremosas y creo que la calabaza y el gorgonzola hacen una perfecta combinación. Anímate a probarlas, no te arrepentirás!




Ingredientes para unas 15 croquetas


450 gramos de calabaza

250 gramos de queso gorgonzola

Una cebolla grande

2 cucharadas de crema de vinagre balsámico

3 cucharadas colmadas de harina

100 mililitros de leche desnatada

Aceite de oliva virgen extra

Huevo y pan rallado para rebozar

Pimienta

Sal






Preparación


En primer lugar pelamos la calabaza con sumo cuidado ya que la piel es durísima y la cortamos en dados. La ponemos a cocer durante 15 minutos. 

Mientras se cuece la calabaza preparamos la cebolla caramelizada. Para ello cortamos en cuadritos la cebolla y la freimos con tres cuchradas de aceite de oliva a fuego medio en una sartén. Cuando ya esté pochada, añadimos dos cucharadas de crema de vinagre balsámico y dejamos que caramelice durante unos 5 minutos. Reservamos.

A continuación ya podemos hacer nuestra masa para croquetas:




1) Trituramos la calabaza sin agua de cocción y la echamos a un bol. Añadimos la cebolla caramelizada y mezclamos bien.

2) Añadimos el queso gorgonzola cortado en tacos al bol anterior, salpimentamos y mezclamos bien.

3) Seguidamente ponemos a calentar tres cucharadas de aceite de oliva en una sartén a fuego medio y añadimos la harina. La cocinamos durante unos tres minutos para que pierda el sabor a crudo. A continuación añadimos la mezcla del bol a la sartén. Cocinamos durante unos 5 minutos sin parar de remover hasta que se funda todo el queso. Una vez se ha fundido el queso vamos añadiendo la leche en caliente poco a poco sin parar de remover, hasta que tengamos una masa homogénea. Sabremos que nuestra masa de croquetas está lista cuando se depegue conjuntamente de la sartén. Probamos y rectificamos de sal y pimienta.

4) Pasamos la mezcla a una bandeja o recipiente alargado y poco profundo, la extendemos con la ayuda de una cuchara y cubrimos con papel film. Una vez se haya atemperado, la refrigeramos durante un mínimo de 18 horas.

Transcurrido ese tiempo ya podemos hacer nuestras croquetas. Para ello ponemos en un plato huevo batido y en otro pan rallado. Para dar forma a las croquetas, en este caso yo las he hecho redondas, utilizamos dos cucharas o las manos humedecidas, como se nos dé mejor. Las pasamos por pan rallado, huevo y pan rallado y freímos en abundante aceite de oliva bien caliente durante un par de minutos, y después a fuego medio-suave para que queden crujientes por fuera y cremosas por dentro.


Presentación

Sírvelas inmediatamente sobre una fuente y a comer!





Consejos

  • La calabaza la suelo comprar en dados grandes sin piel, porque tiene una piel durísima. Si la quieres comprar con piel, pero quitarla te parece un horror como a mí, la puedes asar en el horno entera (ya no tendrás que cocerla), y una vez asada podrás quitar la piel sin problemas.
  • La cebolla la he caramelizado sólo con crema de vinagre balsámico y no con azúcar, porque la calabaza ya es algo dulce y no he querido hacerla más dulce, pero si quieres puedes caramelizar la cebolla con un poco de azúcar, a tu gusto!
  • No he añadido mucha leche para hacer la bechamel ya que la masa de calabaza es bastante líquida y con 100 mililitros queda perfecta!

¡Que aproveche!




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