El solomillo Wellington es una receta muy agradecida, ya que utilizando un buen solomillo y una lámina de hojaldre, le puedes añadir los ingredientes que más te gusten y en un momento tienes un plato muy sabroso. El secreto está en cerrar bien el hojaldre, para que se concentren muy bien los sabores y en hornearlo a fuego bajo (unos 120 grados) durante no más de 25 minutos. De esta manera el solomillo saldrá tierno y jugoso.
Yo lo suelo preparar con paté de pimienta, queso y champiñones, pero hoy la verdad que lo he preparado con lo que tenía por el frigo, y casi me ha gustado más ;)
Ingredientes para 4 personas
Una lámina de hojaldre ovalada o cuadrada
Unos 350 gramos de solomillo de pavo, ternera o cerdo
Un pimiento rojo grande
200 gramos de setas de cardo
100 gramos de pesto verde
150 gramos de queso semicurado
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra especiado
Ajo en polvo
Pimienta
Sal
Preparación
En primer lugar cortamos el pimiento y las setas en juliana, y rallamos el queso. Reservamos.
Ponemos en una sartén a calentar dos cucharadas de aceite de oliva especiado a fuego medio y pasados un par de minutos añadimos el pimiento. Cocinamos durante unos 5 minutos y añadimos las setas. Salpimentamos y echamos un poco de ajo en polvo. Cocinamos durante otros 5 minutos removiendo de vez en cuando. Reservamos.
En este monento ponemos a calentar el horno a 120 grados.
A continuación ya podemos montar nuestro solomillo:
Paso 1: Extendemos el hojaldre y añadimos el pesto, extendiéndolo por la superficie con la ayuda de una cuchara.
Paso 2: Seguidamente añadimos el queso rallado por toda la superficie.
Paso 3: Colocamos las tiras de pimiento y de setas de forma alterna encima del queso.
Paso 4: Ya podemos poner el solomillo. Para ello le espolvoreamos pimienta recién molida y lo colocamos centrado en la parte de abajo del hojaldre.
Paso 5: Enrollamos el hojaldre desde abajo, apretando suavemente hasta que le hayamos dado una vuelta.
Paso 6: En vez de seguir enrollando para arriba el hojaldre, cogeremos la parte de arriba y la echaremos por encima de la de abajo (como si fuera un sobre) apretando suavemente, y cerraremos los extremos como si estuvieramos envolviendo un regalo.
A continuación lo pasamos a una fuente de horno con el papel incluido, y lo pintamos con huevo batido, para que se sellen bien todos los bordes, y nos quede doradito.
Lo horneamos a 120 grados durante 25 minutos.
Presentación
Sirve dos rodajas de solomillo Wellington de 2 centímetros de espesor por persona.
Consejos
- La carne no la pinches, ni le hagas cortes ni nada, para que mantenga todos sus jugos y salga gustosa.
- El aceite lo he añadido especiado porque creo que le da un sabor interesante a los salteados, pero puedes añadir perfectamente aceite normal. Si te apetece probarlo con aceite especiado, añade en una aceitera aceite de oliva virgen extra y un montón de hierbas aromáticas, así el aceite, pasados unos días, se impregna del sabor y el aroma de las hierbas. Yo le añado una rama de canela, 2 o 3 guindillas, bolas de pimienta, una hoja de laurel, tomillo, romero, orégano, un diente de ajo y pimentón.
¡Que aproveche!
No hay comentarios:
Deja un comentario